Homero Simpson realiza las típicas funciones patriarcales del cabeza de familia en las telecomedias: se dedica a llevar dinero a la casa y a descuidar los quehaceres domésticos en favor de los ociosos. Representa el estereotipo del estadounidense medio que se limita a ir al bar con sus amigos, beber cerveza, ver la televisión y asistir a algún partido de béisbol, así como diversos estereotipos peyorativos de la clase obrera: es grosero, incompetente, torpe, vago, desaliñado e irreflexivo
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miércoles, 15 de diciembre de 2010
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